ARTE, CIENCIA Y CULTURA

Martin aprendió a tostar café a la edad de 19 años en un tambor de acero modificado en las montañas de Nicaragua. En ese momento aprendió que tostar café es el equilibrio perfecto entre la ciencia, el arte y su cultura.

Hemos recorrido un largo camino desde que Martín aprendió a asar en un tambor de 55 galones en las montañas de Nicaragua. Veinticinco años después, nuestros tostadores practican ese equilibrio para desarrollar la taza ideal de café latinoamericano.

Al igual que nuestra hermosa gente y países, cada café tiene sus propias características y carácter. Nuestros Q graders con licencia identifican esas mejores características y nuestros tostadores las desarrollan usando control de llama, flujo de aire, tiempo y mucho orgullo latino.