ORGULLO LATINO
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Cómo comer semillas de chía: un auténtico superalimento latino
Aunque las semillas de chía acompañan a los aguacates en la categoría de “superalimentos” desde hace poco, los latinos han aprovechado sus poderes durante siglos.
Por miles de años, los pueblos indígenas de Centroamérica y Sudamérica han consumido semillas de chía. Los antiguos aztecas y mayas las incorporaron a su dieta por ser una excelente fuente de sustento, energía y buena salud.
De hecho, eran tan valiosas para las civilizaciones antiguas que, además de usarse en una variedad de platos y bebidas, también se usaban en ceremonias religiosas y como moneda.
Con el paso del tiempo, las semillas de chía se mantuvieron como un alimento básico en América Latina al incorporarse en distintas recetas. Un ejemplo clásico es la chía fresca, que se prepara con semillas de chía, jugo de limón y agua.
Si bien su uso no es novedad, la popularidad de las semillas de chía se ha disparado en los últimos años. Con la ayuda de las redes sociales y un nuevo enfoque en la salud, nuestro querido ingrediente se catalogó como un “superalimento” en todo el mundo. Ahora, las milenarias semillas se usan para preparar desde yogures hasta galletas (aunque todavía no se han vuelto a usar como moneda).
Pese a que se suelen incorporar a los platos para aumentar su valor nutricional, también son excelentes para agregar sabor y textura.
Esta es una guía sobre cómo consumir las semillas de chía inspirada en quienes crecieron con ellas mucho antes de que se convirtieran en tendencia.
¿Qué son las semillas de chía?
Primero que todo, ¿qué son exactamente las semillas de chía?
La chía es una pequeña semilla comestible de forma ovalada que proviene de la planta del desierto Salvia hispanica. Junto con la menta, el tomillo y el orégano, esta planta pertenece a la familia Labiatae Lamiaceae. Además, predomina en Guatemala y en el sur y centro de México.
Hay varias teorías sobre el significado de la palabra “chía”. Los antropólogos saben que es una palabra náhuatl (familia de lenguas nativas americanas). Algunos le asignan el sentido de “fuerza”, mientras que otros dicen que es una adaptación al español del término chían o chien (plural), que significa “semilla de la que se obtiene el aceite”.
Aunque la chía es un producto nuevo para muchos, la realidad es que su uso data del año 3500 a. C. Desde entonces, la civilización maya la consume por su capacidad para proporcionar nutrición y resistencia.
Este era un alimento básico en su dieta que ayudaba a los guerreros y atletas que necesitaban energía duradera. Además, de aprovechar las semillas como alimento, las culturas mesoamericanas también las usaban como medicina, ofrenda a los dioses y materia prima para hacer aceite como base para pinturas decorativas.
En la antigüedad, la harina de chía tostada se utilizaba para hacer una especie de tamal. En la actualidad, destaca el consumo de la chía fresca con sus muchas variaciones.
¿Las semillas de chía son nutritivas?
Según las definiciones modernas, las semillas de chía son un verdadero superalimento.
Están repletas de ácidos grasos omega-3, fibra, proteínas y minerales, lo tienen todo. Solo una onza (alrededor de dos cucharadas) de semillas de chía contiene 11 g de fibra, 4 g de proteína, 9 g de grasa, calcio, fósforo, magnesio, zinc y más.
Dato curioso: ¡esa misma porción de una onza también contiene más calcio que un vaso de leche! Otro beneficio es su alto contenido de antioxidantes, que ayuda al cuerpo a protegerse del daño de los radicales libres.
Es una semilla con verdaderos superpoderes. Como lo reconocieron los aztecas y los mayas, las semillas de chía también dan mucha energía. Solo dos cucharadas de semillas de chía contienen alrededor de 140 calorías y 5 g de carbohidratos, todo el combustible que necesitas para tu día.
¿Cuáles son los otros beneficios de las semillas de chía?
Durante siglos, las poblaciones indígenas de América han utilizado las semillas de chía como remedio natural para diversos problemas de salud.
Los aztecas creían que la chía podía aportar energía y fuerza, mientras que los mayas las usaban para mejorar su salud en general.
Hoy en día, la ciencia moderna respalda algunas de estas creencias tradicionales, ya que los estudios han demostrado que las semillas de chía están llenas de nutrientes esenciales y pueden ofrecer una variedad de beneficios para la salud.
A su vez, son ricas en antioxidantes, que pueden ayudar a proteger el cuerpo del estrés oxidativo y reducir la inflamación.
Los estudios también han demostrado que el consumo de chía puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, mantener niveles saludables de colesterol y mejorar la digestión.
Además, la chía puede ser beneficiosa para quienes desean perder peso, ya que la fibra soluble promueve la saciedad y puede ayudar a controlar los antojos.
Cómo consumir semillas de chía
Las semillas de chía son un superalimento versátil que es excelente para la salud y se puede utilizar en una amplia variedad de recetas.
Una de las formas más populares de usar semillas de chía es agregarlas a batidos o yogures para potenciar su valor nutricional. También, se pueden agregar a ensaladas, cereales y productos horneados, o incluso para darles una textura crocante y deliciosa a las tortillas.
Otra forma de disfrutar de la chía es preparar pudín de chía.
Solo debes mezclar semillas de chía con leche de almendras, el edulcorante de tu elección y cualquier otro sabor deseado como vainilla o canela. Refrigera el pudín durante la noche (o hasta que espese) y disfruta de un postre delicioso y saludable.
Las semillas de chía también se pueden emplear como sustituto del huevo en recetas veganas. Para esto, debes mezclar una cucharada de chía molida con tres cucharadas de agua y dejarla reposar durante unos minutos para que espese. Esta mezcla se puede utilizar para sustituir un huevo en muchas receta.
Este delicioso y nutritivo superalimento forma parte de la dieta de muchos latinos y, conforme pasa el tiempo, cada vez más personas en todo el mundo disfrutan de sus beneficios.
