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De vuelta al origen: ¿cómo llegó el café a Centroamérica?

Si bien Centroamérica es una potencia cafetalera que produce algunos de los mejores cafés orgánicos del mundo, muchos desconocen cómo llegó a la región.

Pocas regiones se adaptan mejor al cultivo del café que Centroamérica. Al ser hogar de cadenas montañosas, suelos volcánicos fértiles e innumerables microclimas, durante mucho tiempo ha producido algunos de los cafés más buscados del mundo.

En el caso de Centroamérica, no solo el paisaje es responsable. La alta calidad de los cafés que provienen de la región también es gracias a las personas que los cultivan y la experiencia, transmitida de generación en generación, que aplican a la cosecha.

Durante más de tres siglos, los agricultores centroamericanos, desde Guatemala hasta Nicaragua y Costa Rica, han cultivado plantas de café e ideado técnicas innovadoras para procesar los frutos cosechados.

Con el tiempo, han desarrollado un profundo conocimiento de las plantas y la tierra, lo que ayuda a unirlos en perfecta armonía y crear perfiles de taza distintivos reconocidos en todo el mundo.

Gracias a esto, la producción de café también se ha convertido en una fuerza impulsora de gran importancia en la economía de los países centroamericanos.

Por ejemplo, solo en 2018, Honduras, el país productor de café más grande de la región y el octavo más grande del mundo, produjo aproximadamente 3,7 millones de sacos de café, con un valor de exportación de casi mil millones de dólares.

Debido a que el café se ha convertido en una parte tan arraigada de nuestra cultura y comunidad, cuesta creer que no es originario de Centroamérica. En realidad, las primeras plantas de café se originaron en Etiopía y no fue hasta el siglo XVIII cuando se cree que llegaron a nuestras costas.

¿Cómo llegó el café hasta aquí? ¿Y cómo se convirtió en un cultivo tan importante?

Cómo se propagó el café por Centroamérica

Los orígenes del café se remontan a las tierras altas de Etiopía. Se cree que se descubrió alrededor del siglo XI, cuando un cabrero notó los efectos estimulantes que tenían las cerezas de color rojo brillante cuando las consumía su ganado.

Desde Etiopía, el café se extendió primero por todo el mundo árabe antes de finalmente llegar a Europa y América.

A pesar de su uso en oriente, la llegada del café a Centroamérica es una historia que comienza a finales del siglo XVIII. Aunque, como es de esperar, cada país tiene su propia historia única.

¿Cuándo llegó el café a Costa Rica?

El café llegó a Costa Rica a finales del siglo XVIII. La planta de café arábica se cultivó por primera vez en el Valle Central de Costa Rica, donde las condiciones ideales de cultivo, como un suelo fértil, una gran altura y un clima fresco, contribuyeron a su éxito.

El cultivo continuó y el gobierno de Costa Rica pronto se dio cuenta del enorme potencial económico del café.

Cuando Costa Rica se independizó de España a principios del siglo XIX, el gobierno municipal regaló semillas de café para fomentar la producción.

Al día de hoy, Costa Rica forma parte importante del mercado mundial del café, gracias en gran parte al arduo trabajo y la dedicación de sus agricultores. El café orgánico que se cultiva ahí es reconocido en todo el mundo por su calidad y perfil de sabor único.

¿Cuándo llegó el café a Nicaragua?

Aunque los orígenes del cultivo del café en Nicaragua pueden ser un misterio, se cree que los misioneros católicos fueron los responsables de introducir el cultivo en el país en 1790.

En un inicio, se cultivó como una novedad, y a medida que aumentó la demanda de café, rápidamente emergió como un contribuyente vital para la economía del país.

Desde que se establecieron las primeras fincas comerciales en los alrededores de Managua, la producción de café se mantiene como fuente vital de empleo para los nicaragüenses. En la actualidad, la industria da trabajo a casi la mitad de todos los trabajadores agrícolas y contribuyen con más del 20 % del PIB agrícola de la nación.

¿Cuándo llegó el café a Guatemala?

El viaje del café a Guatemala comenzó en el siglo XVIII, cuando los jesuitas llevaron las plantas al país con ellos en 1750.

Al principio, las plantas de café se utilizaron con fines ornamentales, como adornar los monasterios de Antigua.

Aunque ya se conocía, no fue sino hasta 1856 que el café se convirtió en un cultivo crucial para Guatemala. Esto fue casi al mismo tiempo que la invención de los tintes sintéticos provocó el declive de las industrias de tintes de índigo y cochinilla de Guatemala, que habían sido impulsores clave de la economía.

Para 1880, el café se había convertido en la principal exportación de Guatemala y representaba el 90 % de las exportaciones del país, lo que consolidó su reputación como productor de café orgánico de renombre mundial.

¿Cuándo llegó el café a El Salvador?

El café se introdujo por primera vez en El Salvador a finales del siglo XVIII y se plantó en las regiones montañosas del país.

Al igual que Guatemala, no fue sino hasta la crisis de mediados del siglo XIX que el café superó al índigo como principal producto de exportación de El Salvador, con lo que adquirió una importancia económica y nacional cada vez mayor durante el próximo siglo.

En la década de 1930, el café representaba alrededor del 90 % de las exportaciones del país y al menos el 50 % de los ingresos por exportaciones del país.

¿Cuándo llegó el café a Honduras?

Aunque la fecha exacta de la introducción del café a Honduras no está bien documentada, la mención más antigua registrada data de 1804, en la que se elogiaba la calidad del café que se producía en el país.

Esto sugiere que pudo haber llegado a Honduras antes de 1799 y que los agricultores locales establecieron el cultivo con rapidez.

En la actualidad, Honduras forma parte importante del mercado mundial del café, donde se le conoce por su café orgánico de alta calidad y su compromiso con las prácticas sostenibles.

Dónde encontrar los mejores cafés orgánicos centroamericanos

Centroamérica cuenta con una rica cultura del café, donde cada país ofrece una narrativa única de cómo llegó el café por primera vez y distintos sabores para combinar. 

Desde los exuberantes suelos volcánicos de Costa Rica hasta las grandes altitudes de Nicaragua, los diversos terruños, climas y la experiencia de los agricultores de la región contribuyen a crear algunos de los cafés más excepcionales del mundo.

En Mayorga Coffee, nos enorgullecemos de nuestra herencia cafetalera y estamos comprometidos a preservarla y promoverla. Estamos orgullosos de obtener directamente solo los mejores cafés orgánicos del corazón de Centroamérica.

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Ana Sofía Morales


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