Al estar en el negocio del café desde hace 23 años, hemos visto palabras de moda y términos que van y vienen. La mayoría son banalidades de marketing que se utilizan para idealizar conceptos sencillos o para crear la ilusión de impacto y aumentar la cuota de mercado. El más reciente es "comercio directo" y, sinceramente, nos gusta este término.
¿Qué es el comercio directo?
En este punto, no tengo idea de cuál es la definición universal. Muchos tostadores usan el término para definir una relación con los caficultores, aunque les compran a los comerciantes. Para Mayorga, comercio directo es trabajar directamente con los productores, negociar directamente con ellos, entender su logística, sus costos, sus opciones de financiamiento y sus necesidades generales. Es saber exactamente cómo se asigna y distribuye el dinero que pagamos para obtener nuestro café, siendo socios activos en todo el proceso. Esto les da a los productores un sentido de orgullo porque su café llega a un tostador que realmente se preocupa por su crecimiento y estabilidad año tras año. En definitiva, es una asociación, una relación y un entendimiento mutuo entre productores y tostadores.
¿Por qué es importante?
La evolución del comercio mundial a fines del siglo XIX brindó a los estadounidenses y a los europeos la oportunidad de disfrutar alimentos "exóticos" como la quinua de Perú, las especias de India y los cafés de África, América Latina y Asia. Lamentablemente, las cadenas de suministro establecidas para trasladar estos productos desde los pequeños productores hasta las economías de mercado fueron desarrolladas por comerciantes adinerados que tenían los recursos financieros, logísticos y de mercado para controlar el suministro. Esto mantuvo a los productores alejados del mercado final y a los consumidores ignorando las prácticas que su compra respaldaba.
La estructura se ha mantenido intacta de manera efectiva, lo que ha llevado a la pobreza extrema a los pequeños productores remotos que tienen pocas razones, o ninguna, para creer que pueden trabajar por un futuro mejor. Esta distancia también ha creado un nivel de fraude alimentario que se ha convertido en la norma en los países de origen. Certificaciones orgánicas falsificadas, mercancías de otros países que se venden como de un país de origen diferente, etc.
Creo que la mayoría de la gente está de acuerdo en que el contrato de servidumbre que muchos “comerciantes” de café han impuesto a los pequeños productores desde el siglo XIX tiene que terminar. En el mundo de hoy, tenemos medios más eficientes para mover dinero a los países de origen, envíos más eficaces y medios mejores para la trazabilidad. También, tenemos consumidores que valoran el café de especialidad de calidad sobre el café comercial y que se preocupan por el impacto socioeconómico y ambiental. Ahora, depende de la industria del café impulsar ese cambio.
El único problema real es que no puedes cambiar lo que no puedes ver o no entiendes. Por eso dejé la universidad en los años 90, para pasar la mayor parte de mi tiempo en Nicaragua y viajar por Centroamérica para entender las realidades del comercio y las necesidades de los productores. Esa curiosidad condujo a relaciones, a conocer y a impulsar el cambio a través de relaciones y transacciones directas: el comercio directo.
¿Cuáles son los beneficios para los productores y sus comunidades?
Nuestro enfoque siempre ha sido ser una fuerza positiva para todos, desde el productor hasta el consumidor. Por lo tanto, tiene sentido que comencemos la cadena de suministro tomando decisiones saludables, equitativas y sostenibles. Esta es una de las principales razones por las que solo nos enfocamos en las relaciones con productores de América Latina. Hemos vivido en estos países. Nos identificamos con los valores, las costumbres y las preferencias alimentarias. Hablamos español. Esta cercanía es un terreno común que nos permite desarrollar relaciones AUTÉNTICAS con nuestros productores y sus comunidades.
Nuestra participación directa ha dado lugar a conversaciones honestas sobre pequeños secretos de la industria, como los "contracargos" que los beneficiaderos y los exportadores cobran a los productores. Nos enteramos de cómo y cuándo tienen que pedir dinero prestado para su cosecha. Nos cuentan sobre las tasas de interés explotadoras que les cobran por los préstamos necesarios para cosechar café y el hecho de que el banco (o el beneficiadero) toma su finca como garantía. Escuchamos cómo algunos beneficiaderos los obligan a comprarles sus insumos de manera exclusiva, en ocasiones, con precios entre dos y cinco veces superiores a los del mercado. Los costos de transporte excesivos cobrados a los productores para llevar su café al beneficiadero. Los documentos falsificados que muestran un menor rendimiento después del beneficio.
Podría seguir y seguir pero ESTOS son los problemas en la cadena de suministro del café que mantienen pobres a los productores. Conocerlos nos permite confrontarlos y hacer cambios. Los no educados en esta industria arrojan soluciones simplistas como “paga más por tu café”. De hecho, esto es parte de la solución pero si no sabes cómo se distribuye tu dinero, los arreglos económicos entre el productor y el beneficiadero, o el aspecto financiero general de la cadena de suministro, lo más probable es que solo estés aumentando los márgenes para los tostadores y comerciantes, mientras que tal vez les deje a los productores solo algunos centavos más.
Al desarrollar relaciones basadas en la confianza con nuestros productores, sabemos exactamente cómo es su estructura económica y entendemos sus necesidades de cosecha a cosecha. Trabajamos con ellos para planificar la próxima cosecha casi inmediatamente después de terminar la actual. Creamos contratos y acuerdos de tres partes con bancos locales para usar nuestros contratos para el financiamiento de la cosecha a tasas drásticamente reducidas. Negociamos las tasas de beneficio con los beneficiaderos y establecemos las expectativas de rendimiento. Escuchamos los desafíos puntuales que enfrentan los productores y creamos soluciones. Hemos ayudado a reconstruir escuelas, hemos construido casas después de huracanes, hemos ayudado a financiar plantas de beneficio húmedo, etc.
Nuestros productores saben que estamos a una llamada o un mensaje de texto de distancia. En la industria del café, este es un gran beneficio ya que los tostadores son considerados “el mercado” porque son los clientes de los comerciantes. Estas relaciones directas crean un vínculo de confianza y comunicación honesta que nos ayuda no solo a garantizar que nuestros productores obtengan un valor equitativo por su café, sino que la asociación genere crecimiento para la comunidad.
¿Cuáles son los beneficios para Mayorga?
El mayor beneficio para Mayorga es que las relaciones directas nos permiten tener la oportunidad de lograr nuestro propósito de eliminar la pobreza en los países de donde venimos. Hemos aprendido más de los productores que en cualquier feria comercial, libro o de los llamados expertos de la industria. Nos enorgullece saber que estamos apoyando a nuestras comunidades latinoamericanas. También, tenemos más control sobre nuestra calidad que cualquier tostador con el que nos hayamos encontrado en 23 años. Vemos nuestro café incluso antes de que se coseche y lo catamos mientras está en el beneficio. Podemos hacer ajustes antes de que se empaque para la exportación. Al hacer esto, año tras año, tenemos una consistencia incomparable en nuestra calidad. Mientras que la mayoría de los tostadores compran cafés que se encuentran en los almacenes de los comerciantes y están a merced del proceso, nosotros somos parte de él.
¿Cuáles son los beneficios para el consumidor/mercado?
Nuestro modelo de cadena de suministro es eficiente y escalable, lo que conduce a eficiencia financiera. También, somos firmes creyentes de que el “trato justo” se debe extender a los consumidores. Así como pagamos a los productores de manera justa y comprendemos sus necesidades, nos damos cuenta de que los consumidores merecen el respeto y la consideración de obtener la mejor calidad al mejor precio posible. Desde nuestro punto de vista, se está produciendo un tremendo aumento de precios en el que los tostadores más pequeños operan con márgenes enormes mientras gritan: "¡paga más por tu café si los agricultores te importan!".
Mayorga opera con un margen de utilidad neta del 6 % al 8 %. Eso es astronómicamente bajo para nuestra industria, la mayoría obtiene ganancias netas del 15 % al 25 %. En mi opinión, la industria debe ser honesta sobre qué tan injustos son algunos con los consumidores. Decirles que tienen que pagar más es indolente y egoísta. No podemos culpar ni castigar a los consumidores por el comportamiento de la industria del café durante los últimos 200 años.
Por eso, estamos trabajando para construir un modelo nuevo y razonable de tratar a TODOS en la cadena de suministro, de una manera justa y respetuosa al tiempo que ofrecemos una gran calidad. Esto incluye redefinir el modelo bajo el que las corporaciones tienen éxito. Históricamente, esto ha consistido en pagar lo menos posible por los productos y el personal, y al mismo tiempo cobrar a los consumidores lo máximo posible, utilizando el marketing del "valor agregado". Es hora de que las empresas sean canales de impacto positivo, desarrollo personal, transparencia y rentabilidad razonable. El comercio directo genuino es una pequeña variable hacia esta visión que Mayorga está tratando de convertir en realidad.
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