ORGULLO LATINO

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A valley in the Cordillera de Talamanca

¿Por qué Costa Rica tiene tanta biodiversidad?

Al conectar el norte y el sur de América, Costa Rica es el puente natural más importante de la Tierra.

De niño, recuerdo haber visitado muchos parques nacionales de nuestro país.

Uno de los que más se destaca en mis recuerdos es Tapantí. Conocer este parque fue una experiencia muy emocionante, al llegar pudimos sentir el cambio en el aire y el agua: todo se sentía más puro. Aunque hacía mucho frío, nos encantaba nadar en los ríos del parque y chapotear bajo las cascadas.

Al día de hoy, todavía me emociono cuando vamos a visitar el parque porque es uno de los lugares con más microclimas del país debido a su inmensa variedad de terrenos.

Esta abundancia de biodiversidad es una de las razones por las que los ticos estamos tan orgullosos de nuestro país y nos preocupamos tanto por el entorno natural. El verde de la naturaleza es algo que llevamos en la sangre.

Costa Rica: un puente biodiverso que conectó dos continentes

La historia y el desarrollo de nuestras ricas tierras también impactaron en la biodiversidad de Estados Unidos y del resto del mundo.

Durante millones de años, Norteamérica y Sudamérica estuvieron separadas por agua. Había una brecha entre ambos y por ella las aguas de los océanos Atlántico y Pacífico podían fluir con libertad. Esta separación impedía que las especies interactuaran entre sí. Como muchos animales y plantas no tenían forma de cruzar el agua, no podían migrar.

Hoy en día, muchas de estas especies, como los caballos y camellos norteamericanos, solo se pueden encontrar en los libros.

Hace aproximadamente tres millones de años (o 15 millones, según algunos científicos), la actividad volcánica en lo que ahora es Costa Rica creó un puente entre ambas regiones mediante la consolidación de una nueva masa continental. Así, se formó en nuestro país lo que hoy conocemos como la Cordillera de Talamanca.

Este nuevo paisaje montañoso surgió del mar y provocó la erosión del terreno, lo que permitió consolidar el material y formar un puente de paso seguro para todas las especies entre el norte y el sur.

una rana costarricense

Así, nació este puente biológico natural que cambió para siempre la historia de la biodiversidad en el planeta.

Cuando se formó el puente, no solo permitió el paso de especies vegetales y animales de una región a otra, también facilitó un intercambio cultural a través de las migraciones humanas que continúan hasta el día de hoy.

Todo este cambio permitió que numerosas especies se extendieran a nuevos territorios. Por ejemplo, en la actualidad, los robles y los nogales prevalecen en la mayor parte de las Américas pero estas especies originalmente solo se encontraban en el norte. Del mismo modo, la zarigüeya, el armadillo y el puercoespín, que ahora están presentes en Norteamérica, se remontan a antepasados que cruzaron el puente terrestre desde Sudamérica.

Cabe resaltar que estos cambios no solo afectaron al mundo terrestre, también formaron una nueva barrera marina natural que cerró el paso para muchas especies de animales marinos y provocó un cambio notable en la fauna y flora marina a lo largo de la costa.

Debido a la separación de los océanos Pacífico y Atlántico, varias especies tuvieron que cambiar su ruta y adaptarse a las nuevas condiciones. Por ejemplo, los bosques de manglares, ecosistemas costeros ricos en biodiversidad y un hábitat natural para muchas especies, ahora solo se encuentran en la costa del Pacífico.

“El verde de la naturaleza está en nuestra sangre”

Todos estos cambios contribuyeron a la inmensa biodiversidad de Costa Rica. Hoy, somos uno de los países más biodiversos del mundo. Aunque solo abarcamos el 0,03 % de la masa terrestre del planeta, albergamos aproximadamente el 6 % de su biodiversidad.

Sin duda, el cambio en nuestro paisaje marcó el rumbo de la biodiversidad global, por lo que nuestro país se esfuerza de forma continua por ser un país verde que se dedica a preservar su patrimonio natural tanto como sea posible.

Sabemos que ahora la contaminación y muchos otros factores amenazan las condiciones del planeta. Por eso, el país protege al menos el 25 % del territorio nacional y los más de 40 corredores biológicos que lo recorren, desde los bosques nubosos de Monteverde hasta los manglares costeros de San Antonio.

“El concepto de corredores es simple”, dice un experto en viajes. “En las reservas y parques son áreas de conectividad, lugares donde las especies pueden moverse con libertad dentro de una red de hábitats. El objetivo de los corredores es proporcionar un refugio seguro que promueva la supervivencia en un mundo cada vez más fragmentado”.

Nuestro país está rodeado por dos océanos, muchas montañas y una de las cordilleras volcánicas más importantes del planeta, que ha generado una enorme variedad de climas y aproximadamente 12 ecosistemas distintos. Todo esto ha permitido que una asombrosa variedad de especies de plantas y animales prosperen en este pequeño país.

Los ticos estamos orgullosos de ser precursores a nivel mundial en conservación de la naturaleza.

“El pueblo costarricense se caracteriza por ser progresista en la protección de la inmensa diversidad que adorna el paisaje de Costa Rica”, dice Bob. “Mediante políticas y colaboración comunitaria, el país ofrece un modelo funcional para el resto del mundo”.

Visítanos y enamórate de Costa Rica. Un país pequeño, con un gran corazón y la más singular y diversa gama de fauna y flora que se puede encontrar a la vuelta de cada esquina.




Indira Frías


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