ORGULLO LATINO
Tiempo de lectura: 4 minutosDestino latino: cómo estamos creando oportunidades en cada estado de EE.UU.
Los sorprendentes cambios demográficos han transformado los lugares y los motivos por los que nuestras comunidades echan raíces en Estados Unidos.
Hoy, representamos casi una quinta parte de la población total de Estados Unidos y somos el segundo grupo étnico más grande del país.
Ahora bien, los datos también muestran que los latinos estamos dispersos de forma bastante desigual por todo el país y que el número crece a ritmos muy diferentes según el estado.
Todo comenzó con el histórico flujo de inmigrantes de América Latina hacia Estados Unidos. A menudo en busca de oportunidades de trabajo, muchos de nuestros antepasados cruzaron la frontera y, cuando lo hicieron, llegaron predominantemente a los estados fronterizos.
Por ejemplo, entre 2010 y 2019, los estados con mayor incremento de población hispana fueron Texas, California y Florida. Texas y California, ambos fronterizos con México, representan ahora el 45 % de la población hispana del país.
Arizona y Nuevo México también cuentan con grandes comunidades hispanas, mientras que la población total de Florida está formada por un 26 % de latinos, cifra asociada a su proximidad con Cuba y otros países del Caribe.
Con el paso del tiempo, hemos ido más allá de los confines de los estados fronterizos al crear oportunidades para nosotros mismos hasta en Alaska. Como dijo recientemente el politólogo Jerónimo Cortina: "el futuro está en los latinos. No es solo el futuro de Texas, sino de la nación".
Nuevos estados, nuevas oportunidades
En la última década, ha habido un crecimiento notable de nuestras comunidades en muchos otros estados, algunos de ellos pueden parecer sorprendentes.
De 2010 a 2019, representamos más del 50 % del aumento de la población estatal en otros 21 estados, como Nueva York, Nueva Jersey, Rhode Island y Misisipi.
En estos estados, nuestros números aumentaron significativamente y superaron el crecimiento de la población general durante el mismo tiempo (algo que se atribuye en gran medida a la disminución de otros grupos).
Por ejemplo, en Nueva York, el número de latinos aumentó en 319 500 pero la población del estado solo subió 53 700; en Pensilvania hubo un aumento de 273 900 latinos pero solo creció 90 800 en todo el estado.
Pueden observarse situaciones similares en muchos otros estados como Illinois, Vermont, Virginia Occidental y Connecticut, así como en Dakota del Norte (que experimentó el mayor crecimiento de la población hispana debido a la abundancia de oportunidades de trabajo creadas por la industria petrolera).
Esto apunta a una tendencia particular de migración entre nuestro grupo demográfico en Estados Unidos, especialmente cuando las generaciones más jóvenes se trasladan a otros estados por razones económicas.
Mark Hugo López, director de investigación sobre raza y etnia del Pew Research Center, está de acuerdo. En una entrevista con NBC, explicó que "la población latina lleva años dispersándose por Estados Unidos, un reflejo de hacia dónde se mueve la población del país y dónde se encuentran las oportunidades".
De hecho, hoy en día, casi el 70 % de nosotros hemos nacido en Estados Unidos y es evidente que estamos buscando nuevas oportunidades económicas en diferentes partes del país.
Veamos el ejemplo de Montana. Aunque su comunidad latina es muy pequeña comparada con la de California, el aumento del número de residentes latinos en el estado desde 2010 ha sido del 58,2 %, lo que la convierte en una de las poblaciones latinas de más rápido crecimiento.
La ingeniera mexicano-estadounidense Lynette Torrez es una de esas personas que decidió mudarse a Billings, Montana, por motivos de trabajo.
En una entrevista con una revista local explica: "es donde quería empezar mi carrera debido a su sensación de pueblo pequeño y a las oportunidades de la gran ciudad. En Nuevo México, las opciones son limitadas en cuanto a trabajo disponible, lo que también limita el crecimiento personal y las oportunidades de establecer contactos".
El futuro de la nación
Una cosa es segura: estos cambios demográficos están influyendo no solo en cada uno de los estados, sino en el conjunto del país de varias maneras, y seguirán haciéndolo.
Nuestras comunidades son cada vez más importantes para la cultura, la política y la economía del país.
Ya destacamos y contribuimos en la mejora de muchos deportes, como el béisbol, el boxeo y el golf.
Los géneros musicales que comprenden el merengue, el trap, el reguetón y la salsa están ganando popularidad y artistas estadounidenses como Justin Bieber y Beyoncé colaboran con artistas latinos. Por primera vez, el año pasado, el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl contó con la presencia de Shakira, una artista latina mundial, junto a Jennifer López, que también es de origen latino.
Asimismo, estamos participando activamente en el sector político. El Congreso tiene 47 miembros que son latinos o hispanoamericanos y en las elecciones de 2020, los hispanos constituyeron el mayor grupo minoritario de votantes. Esto significa que los candidatos están considerando e incluyendo a los latinos como una población electoral relevante e influyente.
La presencia de nuestra gente también ha tenido un gran impacto en la economía del país y tiene el potencial de convertirse en el motor más importante del desarrollo en el futuro.
Esta cifra no solo se refiere a su poder adquisitivo: su espíritu emprendedor está impulsando el crecimiento económico, con más emprendedores y empresas emergentes latinas que asiáticas y afroamericanas operando actualmente en el país.
A medida que aumente el número y la influencia de nuestra gente, se impulsará el cambio social. La autora estadounidense-nicaragüense Juana Bordas se refiere a esto como el destino latino: la contribución única que los latinos harán para crear un futuro inclusivo.