ORGULLO LATINO
Tiempo de lectura: 3 minutosAgricultura cooperativa: la fuerza está en los números
Los buenos amigos son invaluables cuando el tamaño no está de tu lado. Muchos pequeños caficultores latinoamericanos, que a menudo carecen de los recursos o del poder para realizar cambios significativos en los sistemas económicamente opresivos, confían en los 'buenos amigos' o en la agricultura cooperativa para tener una oportunidad de luchar.
En pocas palabras, la agricultura cooperativa significa propiedad compartida. Es una práctica muy arraigada que se remonta más de 200 años atrás. Al igual que muchas personas eligen unirse a cooperativas hoy en día, los pioneros del movimiento cooperativo buscaron estabilidad a largo plazo, comunidad y justicia económica.
La industria del café está plagada de inequidad económica y no todos juegan limpio. Los pequeños caficultores luchan por seguir el ritmo de los gigantes industriales que monopolizan la cadena de suministro. Fincas, plantaciones y haciendas comerciales, en gran parte sin control, sofocan a los pequeños productores de café a través de préstamos depredadores y de la monopolización de los recursos, entre otras tácticas de manipulación.
Las cooperativas agrícolas brindan estabilidad a largo plazo en una industria notoria por su volatilidad y abusos. En un esfuerzo por explotar económicamente a los pequeños agricultores, los grandes beneficiaderos y exportadores de café aíslan a los productores restringiendo los recursos disponibles. Con muy pocos medios, el pequeño productor está satisfecho de que alguien esté dispuesto a comprar su café, sin comprender realmente la injusticia inherente en la cadena de suministro y las estructuras de precios existentes.
Las cooperativas protegen la sostenibilidad a largo plazo de los pequeños productores de las acciones inescrupulosas de los gigantes industriales mediante la distribución equitativa de las ganancias entre los miembros. Con los ingresos adicionales de la escala de la cooperativa, los miembros pueden votar para invertir esos ingresos en proyectos que beneficiarán la salud a largo plazo de todos los miembros de la cooperativa. En esencia, la comunidad local.
El carácter democrático del modelo cooperativo permite a los socios encontrar una comunidad e ideales compartidos. Además de los beneficios económicos obvios, los miembros de la cooperativa disfrutan de la satisfacción que conlleva mantener un negocio que coincide con sus valores y los mantiene conectados con su comunidad.
La agricultura cooperativa transforma la vida de los pequeños productores. Las cooperativas aumentan el compromiso dentro de la comunidad, lo que lleva a mejores prácticas en el cultivo y procesamiento del café. Brindan a los pequeños productores la capacidad de participar en el marketing de su producto a un nivel superior, lo que a su vez les permite comprender mejor las realidades económicas de la cadena de suministro. Además, proporcionan mejores recursos para la financiación y evitan la dependencia a los préstamos abusivos de comerciantes multinacionales.
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