El sonido de una nación: ¿dónde se originó el mariachi?

Con su grito distintivo, el mariachi es la máxima expresión melódica de angustia y felicidad.

Algunos lo llaman un género musical, y otros lo llaman una expresión de emociones. Sin importar cómo lo definas, es imposible negar la inmensa popularidad e influencia del mariachi.

Famosos por su conmovedora mezcla de armonía, melodía y ritmo, el mariachi y los grupos de mariachis se consideran símbolos nacionales en México.

Conforme han ido forjando su camino en la nación, los trajes de charro y los gritos característicos de los mariachis han estado presentes en todo el país durante más de dos siglos.

En 2011, el mariachi se nombró de forma oficial un símbolo de la cultura mexicana al recibir el reconocimiento internacional de la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Gracias a esto, la esencia del mariachi se conservará por generaciones.

A pesar de la importancia del título, todos en el país saben que no era necesario el reconocimiento de un organismo internacional para mantener viva la tradición. La música de mariachi es un símbolo inamovible de la cultura y un patrimonio nacional que es de gran orgullo para los mexicanos en todo el mundo.

“Somos personas muy emotivas”, explica Ezekiel Castro, director de un grupo de mariachis. “Cuando escuchamos música de mariachi, ya sea por dolor o por alegría, soltamos un grito”.

Música sin fronteras

Existen muchas teorías sobre el origen del mariachi, y la mayoría concuerda en que es una mezcla de culturas de tres grupos diferentes que se remontan al Jalisco del siglo XVIII.

Este estilo de música lo interpretaban músicos rurales de clase trabajadora que mezclaban influencias españolas, africanas y mexicanas. Con el tiempo, comenzó a ser más aceptado y los músicos profesionales empezaron a interpretarlo. Desde entonces, debido a su expansión, los instrumentos utilizados y su sonido han variado de una región a otra.

Por ejemplo, según dónde te encuentres, un grupo de mariachis puede tener un cantante solista acompañado de una guitarra o varios músicos con diferentes instrumentos. 

Hoy en día, los instrumentos que suelen usar los mariachis incluyen la guitarra, la vihuela, el guitarrón, la trompeta y la jarana. Además de su sonido, estos grupos se caracterizan por sus trajes de charro, que representan los orígenes humildes del género gracias a con sombreros de paja y botonaduras.

Para muchos mexicanos, como en las fiestas de mi familia cuando yo era joven, los mariachis son parte de todas las celebraciones. Estos músicos están presentes en todos los eventos, desde bodas hasta fiestas de quinceañera. Para los asistentes, su música es una forma especial de recordar el momento y disfrutarlo.

Por otro lado, no es un secreto que la cultura de los mariachis también está estrechamente ligada a la política del país. En gran medida, la popularidad de la música aumentó en el siglo XX gracias a movimientos políticos. Este género tradicional se benefició del renovado interés en la cultura mexicana y del deseo de promover un sentido de identidad nacional luego de la Revolución Mexicana.

El presidente Lázaro Cárdenas del Río también desempeñó un papel clave en esta historia. Al reconocer la importancia de los mariachis, los nombró símbolo de la cultura tradicional mexicana y creó el Conservatorio Nacional de Música en la Ciudad de México, donde esta música pasó a formar parte del plan de estudios. 

Gracias a sus esfuerzos, la siguiente generación de músicos se capacitó para preservar las técnicas tradicionales de la música de mariachi.

Cárdenas también creó el Ballet Folclórico Mexicano, un conjunto financiado por el gobierno que interpretaba música, bailes y canciones tradicionales mexicanas, incluida la música de mariachi, en eventos nacionales e internacionales.

Al promover este género mediante estas y otras iniciativas culturales, Cárdenas ayudó a revivir la popularidad de la música y aseguró su supervivencia en las futuras generaciones.

Gritar con gusto

La música de mariachi refleja nuestras alegrías y luchas. Por eso, cualquier fin de semana, se pueden encontrar alrededor de 4000 mariachis solo en la Ciudad de México.

Su popularidad también se ha extendido a Estados Unidos, donde entretienen a los comensales en restaurantes y bares desde Los Ángeles hasta Miami.

Pese a su popularidad (extendida gracias a las telenovelas) y la facilidad para estudiar esta música tradicional en distintas instituciones en Estados Unidos, hay algo que aún resulta difícil para algunos: el distintivo grito del mariachi.

“Algunas personas simplemente lo logran de forma exquisita”, dice Ezekiel. “Otros solo hacemos lo mejor que podemos”. Él agrega que sus alumnos ya lo superan por mucho. “Cada uno tiene su estilo. Es algo que te permite expresarte”.

Para hacerlo de forma correcta, debes usar la parte delantera del diafragma y liberar la angustia y la alegría de tu alma. Debes hacerlo con gusto. Al hacer esto, es importante no sentir pena. Para lograr un verdadero grito, debes darlo todo.

Con su profundo arraigo en todos nosotros, el mariachi es parte de nuestra identidad cultural y una forma de entretenimiento para todas las edades. Dicho esto, el periodista mexicano Félix Contreras explica que, sin duda, escucha más de esta música ahora que es mayor.

“Es un gusto adquirido a medida que envejeces, pues experimentas las angustias y alegrías de la vida. A cierta edad, las letras y la interpretación resuenan de una manera diferente. Todos los secretos de la vida vienen en las letras de las canciones. Eso no lo puedes ver cuando tienes veinte años”.

En general, la música de mariachi es parte esencial de la cultura mexicana y de las comunidades mexicanas en Estados Unidos. Hoy en día, se mantiene un gran respeto por la habilidad y el arte al interpretar estas piezas con su inmenso poder para evocar recuerdos, emociones y para dar alegría a los momentos más importantes de la vida.