ORGULLO LATINO
Tiempo de lectura: 4 minutosLas marcas de moda de alta gama se apropian de los diseños latinos
La apropiación cultural ha recibido mucha atención en la última década. Puede considerarse una forma de falta de respeto o de robo porque, a menudo, implica sacar de su contexto original símbolos o prácticas culturales importantes y utilizarlos de una manera que no tiene en cuenta su significado cultural.
Ejemplos de marcas estadounidenses que utilizan diseños latinos
Un buen ejemplo de alguien que pasa a la acción es nada menos que Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del presidente de México.
Beatriz denunció a la marca de ropa de alta gama Ralph Lauren por plagiar diseños indígenas de Contla y Saltillo.
Tras salir a la luz este escándalo, Ralph Lauren se disculpó en un comunicado diciendo: "lamentamos profundamente lo ocurrido y, como siempre, estamos abiertos al diálogo sobre cómo podemos mejorar".
Ralph Lauren también se comprometió a acreditar correctamente cualquier nuevo diseño inspirado en la moda indígena en adelante.
Aunque esto pueda parecer una gran victoria para nuestras comunidades indígenas, no es más que una gota en el océano.
Otro ejemplo de apropiación cultural por parte de una marca de lujo es la campaña Crucero 2019 de Dior.
Dior pretendía celebrar la herencia mexicana pero se enfrentó a una gran reacción cuando eligió a una celebridad blanca para una campaña de moda inspirada en México en lugar de a una latina. Para empeorar aún más las cosas, rodaron la campaña en Estados Unidos en lugar de hacerlo en México.
Como afirma Shanti Amalanathan, experta en comercio minorista de lujo, cuando las marcas no entienden el significado histórico o cultural de un diseño están "faltando al respeto a estas comunidades y diciendo: 'pueden tener el privilegio de que yo las represente'".
En lugar de limitarse a declarar su inspiración, que es un gran primer paso, Dior debió haber apoyado plenamente el trabajo de la comunidad mexicana en la que se inspiró colaborando con ellos.
Tras las críticas generalizadas de muchos latinos, Dior hizo exactamente eso: renovó su campaña para presentar reportajes exclusivos realizados en México por fotógrafas mexicanas. Entre ellas se encontraban Maya Goded, Paola Vivas, Christina de Middel y Tania Franco Klein.
Además, la directora creativa de Dior, Maria Grazia Chiuri, contrató a ocho mujeres de México para participar en el desfile de ropa.
Aunque estas dos grandes marcas se disculparon, es importante que permanezcamos atentos a cualquier futura transgresión de su parte o de otras empresas y que exijamos justicia cuanto se produzca.
Disculparse después no basta y, por supuesto, no vale la segunda vez.
Reciprocidad
El ejemplo de Dior es una buena lección. Demuestra que si nos unimos como comunidad, ya sea a través de las redes sociales o en persona, podemos marcar la diferencia en la industria de la moda y enfrentarnos a las grandes empresas.
Marcar la diferencia en la industria de la moda es exactamente lo que se proponen las comunidades indígenas de México.
De hecho, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México se asoció con el Registro de Patrimonio Cultural y Mercado para proteger los derechos y la propiedad de las comunidades indígenas.
Esta increíble asociación está elaborando un mapa para poner de relieve las comunidades afectadas por la apropiación cultural.
Esto ayudará al INAH a investigar cada caso. Incluso, proporcionará un marco jurídico para proteger a estas comunidades indígenas y creará una política que otorgue compensación, y crédito, a las comunidades indígenas.
Durante muchos años, las comunidades indígenas de Hidalgo, Chiapas y Oaxaca, México, han presentado denuncias contra marcas de moda que plagiaron su patrimonio y su moda ancestral; sin embargo, casi nunca eran escuchadas.
Ahora, el gobierno mexicano está interviniendo y luchando para ayudar a estas comunidades a obtener el reconocimiento que tanto merecen.
Con todo, no solo las comunidades mexicanas se han visto afectadas negativamente. Muchas tribus indígenas centroamericanas han sufrido la apropiación indebida de su cultura por parte de grandes empresas.
En Guatemala, por ejemplo, los tejedores mayas llevan muchos años luchando contra las empresas que se enriquecen a costa de su cultura, patrimonio y arte.
Como individuos, también podemos, y debemos, actuar y expresar nuestra preocupación cuando nos encontramos con marcas de moda que explotan a nuestras comunidades. Podemos hacerlo educando a nuestros amigos y compañeros de trabajo no latinos sobre la importancia de dar crédito a quien lo merece.
Empoderemos juntos a nuestras comunidades y apoyemos su duro trabajo intergeneracional.