ORGULLO LATINO
Tiempo de lectura: 3 minutos¿La comida tiene más peso en la identidad latina que el idioma?
¿La comida tiene más peso en la identidad latina que el idioma?
Es hora de tener una mente más abierta a lo que realmente significa “ser latino”.
En diciembre del año pasado, un video de TikTok con Jenna Ortega generó un importante debate entre los latinos.
La actriz, nacida en California y con padres de ascendencia mexicana y mexicano-puertorriqueña, recibió muchos malos comentarios después de que la filmaran mientras intentaba hablar español con dificultad.
Los comentarios de que “no era lo suficientemente latina” llenaron las redes sociales, mientras que algunos incluso sugirieron que no debería ser considerada latina si no podía hablar español. Según un artículo de Remezcla sobre el tema, los comentarios se descontrolaron tanto que se decidió desactivar la opción de comentar en el video viral.
Ortega no es la primera persona criticada por no hablar el idioma. En 2019, se le preguntó al demócrata estadounidense Julián Castro por qué no hablaba español a pesar de haber crecido en un hogar latino.
Él respondió: “Hablar español con fluidez es solo una parte de la conexión general con la comunidad latina. Los principales medios de comunicación convierten eso en la única variable sobre si alguien es latino o no, lo cual está lejos de la realidad”.
Entonces, ¿deberíamos alejarnos de la idea de que el idioma es el indicador más importante de la identidad latina?
Una historia de opresión lingüistica
Quienes se apresuran a juzgar a las personas en función de sus habilidades lingüísticas suelen no contemplar las razones subyacentes.
Por ejemplo, a muchos latinos de segunda y tercera generación en Estados Unidos se les ha alentado a hablar inglés como resultado de la discriminación contra sus padres o familiares.
Prizzilla Greer le contó al Huffington Post sobre su experiencia de crecer en Los Ángeles. Su padre, que era mexicano, insistía en que ella solo hablara inglés. Ella comenta que es posible que, según su papá, la discriminación que había sufrido como latino en los Estados Unidos se repetiría.
“Mi papá temía que si teníamos un poco de acento del español, sufriríamos el mismo tipo de abuso por parte de los estadounidenses blancos que él sufrió cuando era un niño que crecía en los Estados Unidos”, dice ella. “El football era aceptado; el fútbol no lo era”.
Como tal, muchas familias latinas tienen el deseo de asimilarse a las comunidades que los rodean. En Estados Unidos, eso puede significar suprimir nuestra cultura de una forma u otra, incluido no aprender a hablar español.
Castro enfatizó este punto cuando MSNBC lo entrevistó sobre el tema. “En tiempos de mis abuelos, el español era menospreciado”, dice. “No se te permitía hablarlo. Creo que la gente internalizó esta opresión”.
A pesar de ser común, hablar exclusivamente inglés, como hemos visto en el caso de Ortega y otros, también presenta algunos problemas.
La comida puede servir como un mecanismo de enseñanza para múltiples generaciones ya que puede ayudar a las personas a aprender sobre las tradiciones y la historia detrás de cada plato. Incluso permite que varias generaciones y otras culturas se unan a través del intercambio de recuerdos nostálgicos que vienen con cada comida especial.
Un estudio realizado por Paramount Insights encontró que la comida ocupa el segundo lugar después de la unión familiar entre los diferentes tipos de tradiciones que las familias latinas quieren transmitir a la próxima generación. Si bien la comida de afuera puede ser buena, nada supera a una deliciosa comida preparada en casa (o en la cocina de abuelita) y el 82 % de los latinos estuvo de acuerdo, según el estudio.
Otro estudio llamado El Consumidor Latino Multicultural compartió que, para los latinos, la comida es una forma en que pueden preservar su conexión cultural con su familia y su país.
“Cocinar es un trabajo de amor y el estudio afirmó que las reuniones son una valiosa oportunidad cotidiana para saborear sabores auténticos y disfrutar recetas transmitidas de generación en generación”, dice Laurie Demeritt, directora ejecutiva de The Hartman Group.
Para los latinos, preparar comidas tradicionales de nuestros países de origen es una parte de la identidad que no se puede sustraer a las constantes presiones de la asimilación cultural. Aunque no se nos aliente a hablar en público en nuestro idioma nativo, cuando se trata de la cocina, nadie puede quitarnos esa parte de nuestra identidad.
Lo que importa no es si hablas español o no, sino cómo eliges abrazar tu cultura cómo latino.
Como acabamos de aprender, abrazar nuestra cultura puede verse de diferentes formas y puede ser distinto para cada persona.
Por lo tanto, ¡abraza tu identidad latina de la manera que mejor se adapte a ti!