Las ventanitas de Miami: puntos focales para amistades y discursos políticos

Las ventanitas son más bien instituciones que cafeterías.

Al pasear por cualquier calle del distrito de la Pequeña Habana, en Miami, es muy probable encontrarse con una ventanita: una pequeña ventana donde se sirven coladas y cortaditos calientes a clientes que charlan con entusiasmo sobre todo tipo de temas, desde chismes locales hasta política cubana.

Las ventanitas se han convertido en un aspecto básico de la vida en Miami. De forma muy similar al papel que cumple un bar local, sirven como espacios sociales donde la gente de todos los estratos puede reunirse, relajarse y conversar. Todos ofrecen cafecitos, aunque la mayoría incluye una variedad de croquetas, bocaditos, empanadas y pastelitos de guayaba.

Desde su llegada, con la primera ola de inmigrantes cubanos en los años 60, las ventanitas han revolucionado la forma en que los miamenses toman café y han seguido prosperando a pesar del surgimiento de cadenas como Starbucks.

Según la experta en comida de Miami, Mandy Baca, las ventanitas han perdurado, en gran medida, gracias al sentido único de pertenencia y familiaridad que ofrecen.

"Mientras que la experiencia de Starbucks puede ser obsoleta y homogénea, las ventanitas brindan un sentido de comunidad”, escribe para Thrillist.

"Te pondrás al día en cuanto al argot de Miami, escucharás sobre cómo el VapoRub es bueno para cualquier dolencia, te actualizarás sobre las rivalidades de los campeones de dominó en el cercano Parque Máximo Gómez, aprenderás las mejores recetas de ajiaco o flan, y obtendrás información privilegiada sobre dónde jugar a la bolita".

Algunos, incluso, han sido testigos de propuestas de matrimonio y celebraciones de bautizos en ellas

La red social original

En la Pequeña Habana hay, aproximadamente, dos ventanitas por cuadra.

Aunque es posible que unas sean más conocidas que otras (por ejemplo, Versailles se describe a sí mismo como "El Restaurant Cubano Más Famoso del Mundo"), todas tienen el mismo objetivo: fomentar las relaciones sociales y ofrecer un espacio para que los miamenses se junten.

"La magia del café cubano es que abre conversaciones", dice Grace Della, fundadora de Miami Culinary Tours. "El café cubano está hecho para ser compartido. Si te sirves uno, estás invitando a otros a unirse y hablar contigo".

Para los cubanos, en especial, las ventanitas se han convertido en puntos focales para la vida en el exilio. Son lugares que no solo ofrecen a los visitantes el sentimiento de estar en casa, sino que pueden discutir sobre política e intercambiar opiniones tan fuertes como el café que sirven.

"Me gusta ir allá porque la gente siempre está hablando sobre Cuba y me siento en casa, como pez en el agua", dice Rosita González, una habitante de Miami que llegó de Cuba a principios de este siglo.

Con todo, así como son pilares de la comunidad cubana, las ventanitas se han arraigado firmemente en el tejido de la cultura de Miami, lo que las convierte en elementos importantes para todos.

Esto se pone de manifiesto en la declaración de la ciudad de que las 3:05 p.m. es la hora oficial de la pausa para tomar café, conocida como el "cafecito de las 3:05".

"El nombre en sí está en espanglish" dice Jenny Molina, hija de inmigrantes cubanos que inició la tendencia después de publicarla en sus redes sociales. "Realmente dice mucho sobre nuestra cultura como hispanos en Estados Unidos, como estadounidenses de primera generación, sobre cómo hemos evolucionado la conversación y seguimos manteniendo nuestras tradiciones y patrimonio cerca pero con un pequeño cambio".

"La ventana de un restaurante cubano es la red social original. Es el lugar donde, cualquier tarde, puedes encontrarte con un familiar, un viejo amigo, el Alcalde de Miami o Dwayne Wade. Compartir una colada es un acto de amistad y solidaridad. ¿Qué es Miami sin el cafecito?"

Nuestras ventanitas favoritas en Miami

Cada ventanita en Miami tiene su propia personalidad distintiva y todas ofrecen algo un poco diferente.

Estos son solo algunos de nuestros favoritos, pero de ninguna manera son los únicos que vale la pena visitar:

Sandwichería de Enriqueta

Ubicado en el área un poco más tranquila de Wynwood, Enriqueta's Sandwich Shop sirve una verdadera variedad de desayunos, sándwiches cubanos y especialidades diarias. Puedes tomar asiento dentro o pedir en la ventanita, y las colas no suelen ser demasiado largas.

Por solo $ 6.50, puede llenarse con café con leche, tostadas y un jugo de naranja recién exprimido. O, si te sientes un poco más hambriento, te recomendamos optar por un pan con bistec, media noche o pan con lechon.

Sanguich de Miami

Si busca un sándwich cubano clásico para acompañar su colada, no busque más allá de Sanguich de Miami.

Un restaurante y ventanita, ofrece deliciosos sándwiches junto con un menú lúdico que incluye platos como nachos cubanos hechos con plátano, cebollas en escabeche, lechon rallado y alioli de cilantro y ajo hecho en casa.

Si tienes antojo de algo helado, prueba su colada batido con un fuerte golpe de café cubano.

Tinta y Café

Tinta y Café es una cafetería moderna con una ventanita un poco más relajada de lo que normalmente encontrarías en el corazón de Little Havana.

Notará una dispersión de conversaciones profundas entre los clientes en el patio y, si hace calor, también puede sentarse adentro para disfrutar de un ambiente un poco más fresco.

Su selección de sándwiches incluye guajiro, un favorito que se puede pedir con cerdo o pollo, y viene con queso suizo y cebollas salteadas bañadas en un delicioso mojo de la casa. El café helado también combina bien con sus croquetas que se deshacen en la boca.