De propiedad familiar. Operado por una familia.

El Salvador

Finca Montealegre se encuentra en la Cordillera de El Bálsamo, El Salvador. Inicialmente una plantación de bálsamo, Montealegre se convirtió en una finca de café en la década de 1950.

A Symbol of Strength

Shared Values

Jorge y Ana María han implementado métodos totalmente orgánicos desde 2012. Esto no sólo resalta su compromiso con la calidad, sino que también enfatiza su compromiso con sus empleados, clientes, la comunidad y, lo más importante, el medio ambiente.

Women Leading Change

Growing Sustainably

En un país donde los caficultores están abandonando sus fincas debido a los bajos precios del mercado y el desarrollo está invadiendo tierras fértiles, necesitamos personas como Ana María y Jorge para proteger el medio ambiente, cultivar un café delicioso y crear oportunidades para que las generaciones futuras se entusiasmen con el cultivo del café.

Regeneration in Action

Honoring the Land

Today, Montealegre stands out for its commitment to quality, regenerative practices, and community impact. They employ innovative techniques, such as African drying beds and modern drying modules, all while creating jobs and preserving the land.

Producer Information

Fondo

En la década de los 90, la roya del café afectó a El Salvador y la producción de café del país se redujo en un 90%, pasando de producir 4 millones de sacos de café al año a tan solo 400,000. En 2012, Ana María y Jorge, propietarios de Montealegre, reestablecieron la finca Montealegre, asumiendo el control con una visión y un liderazgo diferentes: agricultura orgánica, comprometida con la producción de café de alta calidad, respetuoso con el medio ambiente y sostenible para la comunidad. De Jorge Escobar, propietario de Finca Montealegre: «En Finca Montealegre creemos que cultivar café bajo sombra y con métodos ecológicos contribuye enormemente a la conservación de nuestros recursos hídricos y a la preservación del medio ambiente. Al comprar nuestros productos directamente, nos ayuda a nosotros y a nuestra comunidad a seguir cultivando productos ecológicos como el café, y a superar la actual crisis de precios. Mayorga Organics compró el 100 % de nuestra cosecha este año y, con los precios que pagó, nos ha ayudado a seguir marcando la diferencia: a seguir trabajando y ofreciendo empleo a estas 25 familias y a seguir protegiendo el medio ambiente mediante la agricultura orgánica. Este tipo de comercio directo es la única forma en que podemos sobrevivir; no hay margen para intermediarios, ya que esto no deja nada al productor en Latinoamérica».