Acatenango

Guatemala

Guatemala es el país más grande de Centroamérica, es conocido como el país de la “eterna primavera” y también como el “alma de la tierra”, los 23 grupos mayas que se extienden por todo el país contribuyen a la rica y colorida cultura de esta increíble tierra.

Cooperativa de pequeños agricultores

Thriving Coffee Hub

Nos complace colaborar con la cooperativa La Hermosa, ubicada en Los Planes, en las faldas del volcán Acatenango. El suelo de Acatenango es excepcionalmente fértil y rico en nutrientes gracias a la actividad volcánica que ha existido en la zona durante miles de años. Esto, junto con la implementación de estrictas prácticas orgánicas y el manejo de pequeñas parcelas, ha permitido a La Hermosa centrarse en la calidad, a la vez que maximiza su producción sin utilizar productos químicos peligrosos.

Progress & Preservation

Growing with Care

La Hermosa fue la primera cooperativa de café del valle de Acatenango. Actualmente, está conformada por 52 pequeños productores. Gracias a la operación anual, más de 250 personas tienen trabajo permanente y otras 500 tienen trabajo temporal durante la cosecha. Esto genera estabilidad económica y crecimiento para muchas familias de la comunidad.

Nos enorgullece ser la única tostadora estadounidense que trabaja directamente con Max, Claudia y los miembros de La Hermosa. Es fantástico ver a jóvenes involucrarse en el cultivo del café. La Hermosa es un gran ejemplo de un grupo enfocado en crear un futuro sostenible para todos, desde la finca hasta el consumidor.

Investing in People & Land

Proud Partners

We’re honored to be the only U.S. roaster working directly with Max, Claudia, and the La Hermosa team. Their passion, transparency, and commitment to regenerative agriculture make them the kind of partners we are proud to stand beside. Together, we’re not just producing excellent coffee—we’re investing in people, protecting land, and building a future where Guatemalan coffee continues to flourish.

Producer Information

Fondo

Max Pérez es el fundador y presidente de la cooperativa La Hermosa. Proviene de una familia de productores de café de Huehuetenango, Guatemala. Como hijo de un caficultor, Max vio a su padre lidiar con las frustraciones de ser agricultor en este sector. Inicialmente, decidió que no quería pasar por las mismas dificultades, así que decidió mudarse a la Ciudad de Guatemala y dedicarse a la abogacía. Él y su esposa Claudia comenzaron sus carreras como abogados, viviendo en el ajetreo diario de una gran ciudad como Ciudad de Guatemala.

Sin embargo, poco después de graduarse en derecho, se dio cuenta de que llevaba el cultivo del café en la sangre. Convenció a Claudia, quien también dejó su carrera legal, para que comprara un terreno en Acatenango, a unos 90 minutos de Antigua. Su objetivo era cultivar un café excelente y, al mismo tiempo, preservar el medio ambiente mediante prácticas de agricultura orgánica. Habiendo nacido y crecido en la finca cafetalera de Huehetenango, y habiendo estado involucrado con el café toda su vida, se propuso perseguir su sueño cafetalero de tener su propia finca. En 2010, compró una finca en Acatenango, ideal para la producción de café de alta calidad. Max renovó la finca con variedades de alta calidad como typica, pache, geisha y pacamara, y trabajó cuidadosamente en los procesos para producir un café de primera calidad que ya le ha valido varios premios nacionales e internacionales.

Poco después de empezar, Max se dio cuenta de que necesitaba ayudar a sus vecinos para que tuvieran un mejor acceso al mercado. En 2015, organizó la cooperativa La Hermosa. Max se convirtió en presidente de la cooperativa y su siguiente paso fue motivar a todos los miembros a obtener la certificación orgánica para diferenciar aún más su café de alta calidad y así poder aprovechar sus volúmenes para la exportación, trabajar y crecer juntos.

Actualmente, la cooperativa La Hermosa cuenta con 52 socios, todos con certificación orgánica y con salarios muy superiores a los del mercado. El espíritu joven y emprendedor de Max lo impulsa a innovar continuamente en variedades, producción y procesos de beneficio, como el café lavado con doble remojo, el honey y el natural. Afirma: «La apreciación del consumidor por el café orgánico de especialidad nos motiva a producir con mayor pasión y determinación un café de alta calidad».